En 1970, hubo una un deterioro de los bosques de Costa Rica debido principalmente a la actividad agricola. La presión era ejercida en su mayoría por campesinos pobres que procuraban desarrollar granjas o sembrados para la comercialización. Los científicos norteamericanos Harriett y George Powell llegaron a la zona de Monteverde en esos mismos años para desarrollar su trabajo de graduación. Al ver la situación se alarmaron ante la pérdida del hábitat y se organizaron para comprar tierras con la intención de proteger el bosque. Se trabajó en conjunto con los Quakeros, entre ellos el pionero Wilford (Wolf) Guindon con quien se promovio el establecimiento de una reserva natural, a la cual se le llamó la Reserva Biológica de Monteverde. El proyecto ha sido administrado desde la fecha por el Centro Científico Tropical, una organización que había llegado a la zona para hacer la investigación biológica.
Sr. Wilford “Lobo” Guindon
Wilford Guindon y Lucky Guindon, una de las familias Quakeres que se asentaron en lo que hoy es Monteverde, en la década de 1950, y que han jugado un papel importante en la protección del bosque.
Wilford Guindon proporcionó una dirección particular en el proyecto de preservación de la reserva Monteverde. Él era de edad avanzada, pero su entusiasmo por el proyecto y su resistencia para el senderismo son legendarios en la región. Ricardo Guindon, hijo de Wilford dijo que su padre, a sus 86 años rara vez se levantaba, pero lo recordaba como un gran amante de la exquisita naturaleza en Costa Rica.
En Apreflofas recordamos a “Lobo” Guildon por su trabajo, entrega y dedicación. Y seguiremos trabajando para que el sueño de este hombre sea preservado para las próximas generaciones.